Muy buenas, Ángel. Empezamos esta entrevista hablándote del cambio que supuso para tu obra Pequeñas canciones para un circo mudo. Tus poemas siempre se han caracterizado por estar compuestos de versos más o menos largos y tampoco han sido muy cortos de extensión, ¿puedes explicarnos el porqué del cambio a las pequeñas composiciones de este poemario?
La verdad es que tenía ganas de enfrentarme a un nuevo formato de escritura. Ha sido un reto intentar decir mucho con poemas tan cortos, lo que me ha exigido cambiar mi modo de enfocar mi voz poética y condensar lo que he querido mostrar en apenas tres o cuatro versos.
Llevas un buen puñado de libros de poesía a la espalda. ¿Has pensado alguna vez escribir narrativa?
Soy demasiado inconstante para eso. No me lo he planteado pero, sinceramente, no creo que sea capaz de llevar a cabo una obra larga e interesante. Me siento más cómodo escribiendo versos; me son mucho más útiles como vehículo.
Sabemos que en los últimos años has sido bastante prolífico. Varios de tus poemarios han sido editados por distintos sellos y no han sido infrecuentes tus publicaciones en publicaciones periódicas u obras colectivas. ¿Tienes algún proyecto literario entre manos? ¿Nos puedes adelantar algo?
Pues llevo casi un año sin escribir. Tengo ideas que me van rondando la cabeza pero creo que no es mi momento para escribirlas; pero sí, tengo algo pensado y no escrito, que va tomando forma y espera el momento para escribirse. Creo que con la edad dejamos de ser tan prolíficos y pensamos más lo que hacemos, lo repensamos y lo dejamos en barbecho un tiempo. Luego, si sigue siendo interesante después del proceso, se escribe… o se intenta.
Te conocemos de primera mano y sabemos que la sucesión de lecturas ha ido fraguando tus influencias, pero, siendo un poco más directos, ¿podrías decirnos qué autores consideras que más te han marcado a lo largo de estos años?
Pues fíjate que durante mi vida me han ido influyendo muchos autores a lo largo de los años y creo que han venido dependiendo de lo que escribiera en ese momento. Pero si hay que estar agradecido a una poeta es a Raquel Rodríguez, porque fue la que con veinte años nos animó a un grupo de chavales a escribir y a publicar, la que creyó que había algo interesante en lo que que hacíamos y la que supo ver que quizá podríamos decir cosas mejores con los años. Yo me quedo con ella, por encima de los grandísimos poetas que he conocido y leído, porque sin ella los otros quizá no hubieran llegado.
Hablando de lecturas, no nos resistimos a hacerte una pregunta bastante más prosaica que ya les hemos hecho a otros autores de la editorial. ¿Qué libro de los que has leído el último año te ha gustado más y recomendarías?
Este año he ido leyendo a ratos mucho y en otras ocasiones muy poco. Pero yo creo que me quedo con la antología de Gloria Fuertes editada por Reservoir Books, con una edición preciosa. De Gloria Fuertes me ha sorprendido la ternura, la facilidad para contar, la creencia en el amor o la capacidad para sonreír cuando terminas alguno de sus versos.
Falta un libro para terminar la colección Caja de Formas, así que, mójate: ¿qué libro de los ocho publicados hasta ahora te ha gustado más?
Hombre, evidentemente, el mío… Jajajajajaja. No, me queda por leer el de Isabel Tejada y sin haberlo leído seguro que es el que más me gusta.
Acabamos con una pregunta sencilla… ¿Qué te parece la situación de la poesía actualmente?
Creo que la poesía está teniendo un problema de mercado con las autoediciones (bueno, la poesía y la literatura en general). Creo que se está llenando el mercado de libros que son nefastos, ya que los autores pagan por publicar para que crezcan sus egos cuando nadie ha creído en lo que han hecho durante mucho tiempo. Antes publicar era una victoria, alguien creía en ti, apostaba por lo que hacías y te daba cobertura. Ahora eso se ha prostituido… Y a mí me produce bastante rechazo. Pero también es cierto que siempre hay voces nuevas de las que aprender y que es un placer leerlas.