Buenas tardes, José. Ha pasado un tiempo desde la publicación de Cuaderno de veredas, el libro de poemas que publicaste con Piedra Papel Libros. ¿En qué andas ahora? ¿Tienes algún nuevo libro en ciernes?

Mi principal ocupación actual, aunque suene poco poético, es buscar trabajo. Pero necesito escribir y leer para sentirme vivo. Estoy intentándolo con un poemario titulado Cuando los trenes paraban en todas las estaciones, un poemario lleno de recuerdos pero que también es un grito para animarme a seguir adelante, para que sigamos adelante. Y estoy leyendo libros (novelas, ensayos, poesías, cómics…) sobre el despoblamiento rural y la vida en los pueblos. Espero que salga algo de ello, algunos viajes y algún escrito.

Seguimos tus lecturas a través de tu blog, Libros y aguardientes, pero podrías decirles a nuestros lectores qué poetas han influenciado más en tu poesía.

No sé si me han influenciando en mi escritura, pero sí que hay una serie de libros y escritores que cuando los leí me marcaron, me abrieron nuevos caminos y me dieron ideas, formas de expresarme, un estilo, unas  historias, una forma de narrar y sobretodo ganas de seguir leyendo, viajando y escribiendo. He vendido mi biblioteca en numerosas ocasiones para poder pagar el alquiler o para comer, pero esos libros y escritores que me marcaron (tanto en la escritura como en la vida) han sobrevivido a las ventas, las mudanzas y las separaciones. Los Relatos de Jack London en una edición de Cátedra, las novelas negras del Club del Misterio de Bruguera, Bukowski, la antología Feroces que realizó Isla Correyero, Última salida a Brooklyn y Réquiem por un sueño de Hubert Selby Jr., los libros de poesía de Gloria Fuertes que publico Cátedra, Una cruzada en solitario y Negro sobre negro (en Júcar) de Chester Himes, la poesía y los libros de viajes de Julio Llamazares, la novelas y ensayos de George Orwell, El pan desnudo de Mohamed Chukri, Dream police de Dennis Cooper, Ciudad del hombre: Nueva York de Fonollosa, Otras voces, otros ámbitos de Truman Capote, Días y viajes de Paul Bowles, Horace Mc Coy, En el camino de Jack Kerouac (aunque lo empecé a releer hace unos meses y lo abandoné a mitad de camino), Atraviesa el fuego, con las letras de las canciones de Lou Reed, y los libros de poesía de Sam Shepard, de Karmelo C. Iribarren, de Roger Wolfe, de Lombardo Duro, y algunos de mis libros de viajes y mi guía de aves.

Sabemos de tu pasión por elaborar alineaciones futboleras de poetas y escritores. ¿Podrías hacernos una de tus narradores preferidos?

En mi equipo futbolero estarían la mayoría de los escritores que he dicho anteriormente, además añadiría a Lucia Berlin, Pedro Juan Gutiérrez, Leonardo Padura, Pedro César A. Verde, Rakel Rodríguez, Martín Caparrós, Iván Rojo, Juan Rulfo, Rodrigo García…

Tú has publicado en un buen número de fanzines y revistas de internet de literatura y poesía. Nos gustaría que nos hablaras de algunas de tus últimas colaboraciones.

Me hizo mucha ilusión aparecer en el primer número de La Tormenta. Mucha. Y también mis ultimas colaboraciones con la revista Narrativas, Odisea Cultural y Caja de Resistencia. También aparecer en la antología Sucia Resistencia de Ana Patricia Moya y en Negra flama: poesía antagonista en el estado español.

Vives en un pueblo pequeño de las Alpujarras. ¿Crees que el lugar donde resides te ayuda a escribir o podrías escribir lo mismo viviendo en otro sitio mucho más concurrido?

Para escribir da igual vivir en un cortijo abandonado en la sierra que en una habitación compartida en Hong Kong. Dependiendo de donde vivas cambiaran las historias, los sonidos, el estilo, el ritmo, el clima, las palabras, el paisaje, las miradas, las voces, los personajes… pero escribir lo puedes hacer en cualquier lugar, aunque estén cayendo bombas. Naturalmente mis escritos reflejan el lugar donde vivo y he vivido, no lo puedo evitar.

En otro orden de cosas, ¿qué opinión te merecen las redes sociales y su relación con el mundo de la literatura actualmente?

Internet me interesa como una gran biblioteca, como un lugar donde buscar información, música, libros, cine, ideas…. Las redes sociales, facebook en mi caso, las utilizo como una herramienta más para conocer lo que se vive y respira y escribe por ahí afuera. Hay mucha basura, mucha estupidez e ignorancia, y mucho negocio y muchas mentiras, pero también hay historias interesantes.

En tu blog sueles hablar de todas las pequeñas editoriales que vas conociendo. En ese sentido, ¿qué opinión te merece la explosión de pequeños sellos editoriales vinculados a la edición de poesía?

Me gustan mucho todas las historias que están al margen de la historia oficial, de la historia de los ganadores. Me gusta la gente que se lo curra con pasión, que apuesta por una literatura combativa, de calidad, diferente, y por eso me gustan todas esas editoriales pequeñas, con menos proyección que un cinexin, pero que rompen la uniformidad, el aburrimiento, la opinión general, la grisura, el monopolio de las grandes editoriales, la literatura concebida como un gran negocio. Son necesarias, imprescindibles y no solo para la literatura o la poesía.

En relación a lo anterior, ¿crees que han aumentado los lectores de poesía o que tan solo se publican muchos más libros de este género?

Creo que se lee poco. Y poesía todavía menos.

Conocemos de primera mano tu aversión a los recitales y saraos poéticos. ¿Has participado alguna vez en un recital público?

No. Recito fatal. Hablo en público fatal. Y además bebo demasiado en cualquier acto social.

En los últimos años, y a pesar de la distancia, han sido testigo de cómo ha ido creciendo el panorama poético de Jaén. Nuevos autores, nuevas editoriales, varios ciclos de recitales… ¿Qué te parece todo esto?

Cuando viví en Jaén la vida cultural era casi inexistente. Algunas cosas en la Universidad Popular, algún ciclo de cortometrajes o de cine documental (ciclos, por cierto a los que no iba casi nadie), algún concierto en La Alameda, El Cabrero en la Peña Flamenca, algo del teatro que montaba Juan del Arco y poco más. Nada de poesía, nada de literatura (bueno, alguna presentación de libros en el palacio Condestable Iranzo o las presentaciones de los ganadores del premios «Jaen de poesía», y menos mal que existía la biblioteca y las librerías Metrópolis y Mimo), creo que no había ni feria del libro. Años más tarde volví por Jaén y Rakel Rodríguez empezaba con Literaturas de kiosko y con los recitales de Nos vemos en los bares. Han pasado algunos años y ahora veo que en Jaén hay una actividad poética increíble, ciclos de poesía (La Caja de Lot), nuevos poetas con historias que contar y que saben contarlo, teatro, fanzines, feria del libro, locales nuevos donde presentar libros… y Piedra Papel Libros, que no deja de sorprenderme por su capacidad de trabajo, sus colecciones, sus fanzines, su lucha, sus apuestas… Me gusta Jaén, no se por qué, pero me gusta, y me gusta mucho más con toda esa actividad cultural que se respira. Y me gusta que existan editoriales como Piedra Papel Libros. Le dan otro color a la ciudad, a los bares, a las plazas, a la gente.

Para ir acabando, nos gustaría que nos recomendases tres autores o autoras jóvenes de poesía que te gusten.

Iván Rojo, Pedro César A. Verde, Lara Moreno.

¿Cuál es el mejor libro que has leído en el último año?

De los libros que leí el año pasado tengo un gran recuerdo de Los últimos de Paco Cerdá (editado por Pepitas de Calabaza) e Historias desde la cadena de montaje, de Ben Hamper (editado por Capitan Swing). No me canso de recomendarlos. Ahora mismo estoy leyendo al poeta Fermín Herrero y me gusta. Y estoy releyendo el teatro de Rodrigo García y me parece cañero, divertido, original y que se puede leer como poesía.

Por último, queremos que te mojes. ¿Qué poemario te ha gustado más de la colección Caja de Formas?

El siguiente que editéis.