Buena parte de los poemas de Pedro Barrantes incluidos en Anatemas aparecieron previamente en el semanario anticlerical Las Dominicales del Libre Pensamiento, fundado por Ramón Chíes en 1882. Bajo la firma «El Emperador de los Zarrapastrosos», sus poemas no dejaban títere con cabeza.

El semanario, que dio cobijo a las firmas más heterodoxas de la época, pronto se ganó la animadversión del Estado y la Iglesia, que lo consideró un poderoso enemigo -llegó a tirar 25.000 ejemplares- de su moral. Rosario de Acuña, pionera de los deportes de montaña y el periodismo en España, fue una de sus firmas más destacadas.

Si estáis interesados en esta publicación, Las Dominicales del Libre Pensamiento, podéis consultarla libremente en la hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España.